A lo largo de los últimos años han sido varias las referencias con las que me he topado en mis lecturas al respecto de un mesón en la villa de Corpa. Sin embargo ninguna de ellas ha sido lo suficientemente descriptiva como para conformar y reproducir su imagen con un mínimo detalle. No obstante, son suficientes para afirmar su existencia y para hacer una composición que nos ayude a imaginarlo.
En contra de la idea que muchos podéis tener, un mesón no era más que un lugar de alojamiento para viajeros pobres. Si los alojamientos tenían cierta categoría se trataba de fondas o de posadas, y si se encontraban en despoblados se trataba de ventas.
Por el simple hecho de ser un mesón, lo que primero podemos decir es que se trataba de un alojamiento de lo más modesto y que se ubicaba en el interior del municipio. De hecho, por algunas referencias sesgadas, ya mencionadas en anteriores publicaciones, sabemos que de paso al mesón podíamos ver la ventana de la cárcel, lo que ubica el mesón con acceso directo desde la plaza.
En este punto hay que tener en cuenta que la plaza ha tenido siempre un gran acceso directo a la calle Mayor (hasta los años 60 del siglo pasado, momento en el que se construyó la casa de teléfonos y la casa del médico provocando la separación de ambos espacios)
En el dibujo adjunto,que tiene referencia en un mapa del siglo XVIII podemos ver la apariencia de la plaza. También marco con un circulo rojo el área dónde con mayor posibilidad se podría encontrar el mesón, siendo tres las posibles ubicaciones que se me ocurren: a espaldas del pósito, detrás del concejo o en la propia calle Mayor.
Hay que decir que los mesones no proporcionaban ni vino ni comida y el alojado debía traerlos por su cuenta, o bien adquirirlos en tabernas, bodegones o en el mercado que se establecía en las plazas. En una villa del tamaño de la de Corpa no creo que hubiera muchas alternativas, pero lo que si sabemos es que su vino tuvo fama y por lo tanto nunca faltaba. En alguna otra publicación hacíamos referencia al
vino de 'la cárcel de Corpa'
En coherencia con lo anteriormente comentado se supone que los precios a pagar en los mesones eran baratos. Por referencias en la comarca, solían estar estipulados desde el concejo y debían estar expuestos al público. De hecho lo más lógico en nuestro pueblo es que el mesón fuera municipal, aunque no podemos descartar alguna iniciativa privada.
La llegada de viajeros solía ser a caballo, por lo que los mesones no sólo daban un servicio de cama sino también de caballeriza. Los mozos acompañantes no tenían derecho a cama, y se pagaba lo mismo por ellos que por las cabalgaduras. Así que tenía que buscar un sitio dónde acomodarse, normalmente en zaguanes o establos y utilizar la albarda y las mantas para descansar razonablemente.
Sin embargo al transeúnte que no hiciera noche y que parase a descansar y a comer de sus propias provisiones no se le solía cobrar nada.
Con el carácter intervencionista de la época, y al igual que pasaba con los pósitos, todos los pagos, incluidos los del consumo de paja y cebada de los caballos, debían estar claramente apuntados en el correspondiente cuaderno.
Se pagaba entre 10-15 maravedíes por noche, y a cambio el mesonero estaba obligado a ofrecer
"cama limpia con jergón, almohada y cobertor" para pernoctar y "
agua, fuego, sal y manteles limpios" para los almuerzos - como apunte, un jergón es un colchón de paja -
Un mesón además de alojamiento era un lugar de convivencia y encuentro donde no faltaba la conversación ni tampoco los juegos de mesa. Los dados y los naipes (pintados a mano) eran habituales.
¡Ah! Por cierto. No podía haber moza de servicio alguna pues no eran los mesones casas de mancebía y menos a costa del concejo.
2 Comentarios
Que artículo más interesante. Vamos, como casi todos.
ResponderEliminarMe alegra que te gusten. Seguiré escribiendo en la misma línea.
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