El polígono que visitamos hoy es el más extenso de todo el término. Limita al Norte con la carretera M-225, al Este con el término de Pezuela de las Torres, al Sur con el de Nuevo Baztán y al Oeste con el camino de la Olmeda. Fijaros en la imagen de cabecera para ubicarlo mejor.
Se trata de la parte más oriental del término, la primera que ve salir el sol. Está atravesada de Norte a Sur por el ya referido Arroyo de la Asperilla.
En este polígono se ubicaban gran parte de las parcelas correspondientes al clero, aunque en realidad tenían parcelas repartidas por todo el término. Tengamos en consideración que las parcelas de antaño no tenían el tamaño que las parcelas actuales tienen tras la concentración parcelaria. Podemos hacernos a la idea si comparamos a día de hoy nuestro término con el de Olmeda de las Fuentes que no tiene concentración parcelaria.
Vista catastral en la confluencia de N. Baztán, Corpa y Pezuela con la Olmeda |
Las pertenencias de la iglesia eran realmente capellanías, una forma que tenían algunas personas de dar pensión a clérigos para que celebraran misas u otros cultos en capillas determinadas. También salían beneficiados por las rentas percibidas desde las cofradías. En este caso los beneficios de las tierras eran entregados por los cofrades a la iglesia, esta vez sí, a la iglesia de Corpa.
En este polígono se sembraba trigo, cebada, centeno, avena y, según decían, de dónde procedía el vino de mayor calidad. El trasiego en época de siembra y cosecha era grande incluido el del ganado equino, vacuno y mular que se tenía para la labor. En este polígono, en la parte lindante con el término de Pezuela existían edificaciones que dieron nombre a los lugares de La Casilla, los Corrales de Las Cofradías y del Llano del Manco.
Es por tanto muy lógica la toponimia de este lugar cuando encontramos términos como Los Carrilejos (diminutivo de carril, de carro), el camino de las Tinajas, el de las Carretas, el de Las Alforjas o el lugar llamado la viña Tinta (a este último paraje también se le llama El Dieciseis, pero desconozco su por qué)
Cabe parar en este punto para hacer referencia al camino de los Pernales. Camino que conecta el de las Alforjas con el de la Carretas y en cuyos laterales se observan multitud de pedernales, piedras muy duras con un alto contenido en sílice que dejan bordes muy cortantes al romperse. Este lugar proveyó de pernales para la realización y reparación de trillos no sólo a Corpa, sino a gran parte de la comarca. Para los mas jóvenes indicar que trillar es triturar los cereales. La forma de trillar era la de posar una tabla llena de pernales en su cara inferior sobre la cosecha. Tabla que a modo de cuchilla cortaba la paja y separaba el grano cuando por desplazamiento se tiraba de ella con mulas o bueyes.
Trillando en Ávila tirando con bueyes y mulas |
Con esto hemos hecho un repaso de todos los parajes de este polígono a excepción de dos de ellos, La Guindalera, en la raya del Baztán, terreno que estuvo plantado de guindos y el Pedrolmo, prado ubicado en la parte central-baja de este polígono y cuyas tierras pertenecieron a Pedro del Olmo.
Los conocedores del término pueden decirme en este punto que me he dejado el Toconal y el Cotillo, y es cierto, estos dos parajes por su extensión forman parte de este polígono, pero también del polígono 4. Escribiré sobre ellos más adelante.
Como es habitual os dejo plano de ubicación de este polígono para que podáis referenciar alguno de los lugares citados.
Os espero en la publicación correspondiente al polígono 4
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